Un análisis sobre los desafíos de Chile, el golpe de Estado, la desconfianza generalizada y el rol de los jóvenes y las autoridades realizó este miércoles el arzobispo monseñor Ricardo Ezzati, durante el Te Deum Ecuménico de Fiestas Patrias.
GOLPE DE ESTADO
Desde la Catedral Metropolitana, el representante de la Iglesia Católica partió diciendo que los desencuentros del pasado "han sido muy recordados con testimonios contrastados de los últimos días de la Unidad Popular, el golpe de Estado y el establecimiento del régimen militar".
"Son necesariamente relatos fragmentarios, que dependen de recuerdos y del lugar desde donde hablan los testigos. Aunque delatan también el deseo de llegar a una historia única y depurada de lo sucedido. Todo eso merece nuestro respeto. Sin embargo creemos necesario no perder la visión (...) verdad, justicia y reconciliación es el camino que hemos propuesto para una vida digna y una convivencia humanizante", enfatizó.
LLAMADO A JÓVENES
Pasando a otra materia, Ezzati realizó un llamado a los jóvenes a que sigan aportando a mejorar la sociedad y condenó a quienes se manifiestan encapuchados.
"Quisiera animar a los jóvenes a seguir haciendo sus aportes al bien común de la sociedad, con su estudio y capacitación, con sus energía y anhelos de justicia, con todos los medios no violentos a su alcance (...) no nos hacen un favor los jóvenes con rostro cubierto o con piedras en las manos", expresó.
CRISIS DE CONFIANZA
Con los candidatos presidenciales presentes, el religioso llamó a realizar un "pacto social" entre el Estado y la sociedad civil para superar los problemas de desigualdad, pobreza y descriminación.
"Percibimos la imperiosa necesidad de concentrarnos en los temas fundamentales del presente y el futuro para establecer plataformas firmes de justicia, con pies de hierro desde los cuales se pueda seguir creciendo y edificando (...) el bien común debe prevalecer por sobre los bienes particulares", indicó.
Ezzati insistió en su tesis de que la crisis de desconfianza en las autoridades y las instituciones se ha "transformado en un virus". "Es imposible crecer, educar y amar con desconfianza", advirtió.
"Soñemos con un país sin discriminaciones de ninguna especie. Soñemos con un país justo, fraterno y solidario. Soñemos con un país reconciliado y esperanzado", sentenció.