Sin acusados y luego de tres años de investigación, la Fiscalía de Atacama resolvió cerrar la investigación por el derrumbe en la mina San José, que dejó a 33 mineros atrapados por 69 días.

El Ministerio Público determinó que no habían suficientes antecedentes para continuar el caso contra los dueños del yacimiento Marcelo Kemeny y Alejando Bohn y autoridades del Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) de la época.

"Se adoptó la decisión de no perseverar, porque no había convicción para formular una acusación respecto de los hechos que se habían investigado", señaló a La Tercera el fiscal regional de Atacama, Héctor Mella.

La Fiscalía había comenzado la indagación días después de que se supiera que el derrumbe en había dejado a 33 trabajadores atrapados, para lo que se allanaron las oficinas de la minera y del Sernageomin, para conocer el funcionamiento e historial del yacimiento.

Catherine Latrop, abogada de los dueños de la minera San Esteban, señaló que sus representados están conformes con la resolución y que ésta demuestra que Kemeny y Bohn no habían cometido ningún delito.

"Siempre hemos sostenidoque si bien los 33 fue un lamentable accidente, es sólo eso, un accidente", agregó.

El derrumbe ocurrió el 5 de agosto de 2010 y desde el primer momento cundió el pesimismo sobre las posibilidades de que los mineros pudieran sobrevivir en el subsuelo, a unos 700 metros de profundidad.

Sin embargo, el domingo 22 de agosto, los mineros pegaron a una de las perforadoras el famoso papel "Estamos bien en el refugio los 33", confirmando que estaban con vida tras 17 días de búsqueda.

El rescate se realizó el 13 de octubre de 2010 y duró 25 horas, en las que los trabajadores ascendieron a la superficie a través de una cápsula bautizada Fénix, hecho que fue transmitido a nivel mundial.