Un "mea culpa" debe hacer Carabineros respecto a lo ocurrido tras el estallido social, dijo el nuevo general director de Carabineros, Ricardo Yáñez, quien en entrevista con El Mercurio se refirió a los casos más emblemáticos que provocaron no sólo fuertes críticas sino también una profunda crisis en la institución, como son los de Fabiola Campillay y Gustavo Gatica, quienes perdieron la visión.
"Nosotros debemos hacer, como institución, un mea culpa, sin lugar a dudas, respecto a lo que ocurrió. Hay situaciones que están siendo investigadas por la fiscalía, y que tendrán que resolver los tribunales, referentes a algunos hechos graves, como el caso Campillay y Gatica. Fuimos los primeros en autodenunciarnos y poner ante el Ministerio Público todos los antecedentes. Y si alguien se alejó de los protocolos y de la normativa para actuar, tendrá que responder", señaló Yáñez, quien asumió tras el cuestionado Mario Rozas.
"Pero también quiero dejar claro que muchos casos que fueron dados a conocer como hechos verídicos, como el supuesto centro de torturas de Baquedano, o los crucificados de Peñalolén, o el joven violado en un cuartel policial, se demostró que eran falsos y no fueron abordados con la misma fuerza que se hicieron las denuncias", agregó.
Respecto a la posibilidad de crear un Ministerio de Seguridad, del cual dependería Carabineros, el general director aseguró que "hay experiencias internacionales y, cuando existen complejidades como las que hemos vivido, simplifica mucho más la coordinación que tenemos con el ente responsable de seguridad pública. Nosotros hemos mantenido históricamente una vinculación con el Ministerio del Interior en materia de coordinación, y antes, con el Ministerio de Defensa. No hay que perder de vista que el mandante es la ley y la Constitución. Nosotros actuamos porque la ley nos obliga a actuar. Nuestra relación con la autoridad administrativa es para hacer las coordinaciones respectivas".
Además, Yáñez destacó "los cambios que hemos hecho desde el estallido social hasta ahora. Cambios que van desde el diálogo, desde avisar lo que vamos a hacer".
En ese contexto, se refirió a lo ocurrido con el adolescente en el Puente Pío Nono durante una de las manifestaciones: "Esas son las consecuencias cuando ocurren estos hechos vandálicos. Ese joven estaba cometiendo desórdenes desde mucho antes. Era un blanco de detención por parte del personal. Son hechos lamentables, y ahora están en manos de la justicia".
Sobre las dificultades específicas que tiene Carabineros en La Araucanía, el general indicó que "lo más complejo es que hace menos de un mes tuvimos que ir a sepultar a uno de los nuestros, un carabinero (Eugenio Naín) que, en cumplimiento de sus funciones, fue muerto con un impacto balístico. Se usan armas en contra de los carabineros, les hacen barricadas, cortes de ruta, encierros donde les disparan desde cerros, desde lugares con mucho follaje, en la oscuridad".
"Hay que entender que hay grupos radicales en La Araucanía, que cada vez que hay intervención nuestra inmediatamente inician acciones a través de acusaciones respecto a supuestas vulneraciones de derecho por parte del personal que interviene. Pero ahí se cometen delitos comunes, como homicidios, violencia intrafamiliar, tráfico de drogas, hurto de madera, que estamos investigando y abriendo aristas para poder llegar desde ahí a estas organizaciones", aseveró.
Además, añadió que "lo que no puede ocurrir es que la sociedad en su conjunto, al igual que las instituciones, no apoyen al carabinero en el ejercicio de sus funciones".
La situación en la Araucanía "escapa a la seguridad pública. Es un conflicto social y político el que tiene que resolverse ahí".