El Gobierno anunció que durante el 2018 expulsará del país a más de dos mil extranjeros que estén en condición de irregular.
Según consignó El Mercurio, el objetivo de La Moneda es normalizar la situación de los inmigrantes que han llegado al país con el fin de saber quiénes reúnen los requisitos para residir de forma permanente y quiénes deben ser deportados ante la presencia de antecedentes penales.
En ese punto, el subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla, indicó que la salida de estas personas será definida bajo tres parámetros.
Por un lado, dijeron desde La Moneda, se identificará a los extranjeros que ya cumplieron alguna condena en Chile para enviarlos de regreso a sus naciones. En caso de que exista algún foráneo que esté actualmente en prisión, su expulsión se concretará cuando cumple su sentencia.
A ellos se le agregarán las personas que no tienen antecedentes, pero que no fueron parte del proceso. En este caso, Ubilla detalló que el Gobierno está "en vías" de la erradicación.
Asimismo, si al término del plazo fijado por las autoridades para realizar el trámite de regularización, el 23 de julio, alguien no efectúa el mismo, se dará por entendido que mantiene algún tipo de antecedente penal que le impide estar en el país.