Este martes a Patricia Yáñez le correspondía quedarse en su casa y cumplir con su licencia médica tras una trombosis que la afecta.
Justo ese martes una avioneta que despegó desde el aeródromo La Paloma en Puerto Montt cayó sobre su casa y dejó seis personas fallecidas, pero ella ese día decidió volver anticipadamente a trabajar, salvando su vida.
"Debía estar acá (en la casa) porque tuve un accidente, una trombosis, y llevaba un mes y medio aquí en reposo absoluto", contó a 24Horas la profesora.
Yáñez afirmó que estaba cansada de estar en casa y dijo "si en estos días funciona bien mi pierna veré cómo voy".
Finalmente, tomó la determinación de ir a trabajar. "Gracias a dios porque eso me dio la vida", sostuvo.
Además contó que a la hora del accidente, cerca de las 11 de la mañana, uno de sus hijos podía haber estado en casa ya que tenía clases más tarde en la universidad pero justo "se había ido donde la polola a hacer un trámite y eso lo salvó".
Otro caso es el de Daniel Aguilar, supervisor de buceo en salmoneras, a quien le correspondía viajar a la localidad de Ayacara en el avión que capotó este martes.
Cuenta que su jefa le avisó que finalmente no viajaría porque no quedaban cupos, lo que salvó su vida, aunque lo inexplicable es que sí quedaban asientos en la avioneta de la tragedia.
"Lamentablemente el destino de uno no puede ser para todos pero dios me regaló otra oportunidad de vida, una segunda oportunidad", afirmó.