Un incendio de grande proporciones se registró esta madrugada de martes en el Centro de Detención Preventiva de Quillota, ubicado en calle Chacabuco.

En conversación con "24 Horas en la Mañana", el director regional de Gendarmería, coronel Juan Manríquez, explicó la emergencia se originó por una riña entre dos bandos rivales existentes al interior del recinto penal, situación que dejó 24 lesionados.

Según la información preliminar, algunos reclusos prendieron fuego a frazadas y basura, las que fueron lanzadas por las ventanas de las celdas.

Este hecho habría producido que el fuego alcanzara el techo de los módulos 3 y 4 de la cárcel, con lo que parte de la estructura comenzó a desprenderse y se evacuaron a 500 reos a un patio interior del penal.

Pese a ello, unos 50 internos siguieron amotinados en el pabellón cinco de la cárcel, desórdenes que se mantuvieron por unas horas y luego fueron controladas.

"Quiero comunicar que el procedimiento de intervención de este establecimiento ha culminado, toda la población penal se encuentra en el área de seguridad. El último dormitorio, que es el número cinco que presentaba mayor resistencia al desalojo, ha sido evacuado y está siendo evaluado en estos momentos", dijo el coronel Manríquez más tarde.

A primera hora, el mismo coronel Manríquez informó que 11 internos resultaron heridos y fueron trasladados al Hospital de Quillota, para luego ser devueltos al centro penitenciario. Con el pasar de la mañana, los lesionados aumentaron a 24.

Personal de Bomberos de Quillota y La Cruz operó a toda capacidad para controlar las llamas en el Centro de Detención, como lo muestra el siguiente video.

Alrededor de las 5.00 horas el fuego fue controlado por los equipos de emergencia y se inició la remoción de escombros.

Un centenar de familiares se agolpó en las puertas de la cárcel para solicitar información sobre el estado de salud de los reclusos.

De acuerdo a los parientes de los reclusos, el actuar de Gendarmería fue negligente, ya que -según exlicaron- la emergencia comenzó a la medianoche y no se actuó inmediatamente.

Además, señalaron que un grupo de presos había iniciado una huelga de hambre con la idea de reclamar por las condiciones a las que estaban expuestos, información que fue desmentida por el coronel Manríquez. A continuación el reporte de Gendarmería.

Sólo reconoció que habían quejas en los internos por cambios en el régimen de visitas.

Las familias tienen el recuerdo vivo de lo ocurrido el 8 de diciembre de 2010, cuando en la cárcel de San Miguel un incendio dejó 81 internos fallecidos.