"La información levantada no cumple con estándares de calidad de un censo".
Con estas lapidarias palabras la directora del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), Ximena Clark, informó las principales conclusiones tras la auditoría a la base de datos del Censo 2012.
La "omisión del 9,6% es superior a los registros históricos desde 1952", agregó. Este porcentaje equivale a cerca de 1.700.000 personas, registrándose las mayores tasas en la región Metropolitana, Quinta y Octava.
Las conclusiones no permiten tampoco poder elaborar proyecciones demográficas, por lo que la recomendación es que esta información "no se utilice para políticas públicas".
Otros de los datos que arrojó el Censo es la imposibilidad de determinar cuántos hombres y mujeres hay en el país, puesto que "hay una caída en el índice de masculinidad".
La investigación fue guiada por expertos del organismo y asesorados por el Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía (CELADE) y se extendió por 6 meses.