Click acá para ir directamente al contenido

Informe de la ONU: Cuatro regiones de Chile concentran desnutrición crónica infantil

De acuerdo al Panorama de la Seguridad Alimentaria y Nutricional en América Latina y el Caribe 2020, las zonas del país afectadas se encuentran en las regiones de Arica y Parinacota, Atacama, Tarapacá y en la Metropolitana.

Agencia Aton

© Aton

Miércoles 2 de diciembre de 2020

Uno de cada cinco territorios de América Latina y el Caribe presenta rezagos en la desnutrición crónica infantil y en el sobrepeso en menores de hasta cinco años, según el Panorama de la Seguridad Alimentaria y Nutricional en América Latina y el Caribe 2020, elaborado por organismos de la ONU.

Mientras que la desnutrición crónica infantil disminuyó de 22,7% en 1990 a un 9% en 2019 en Latinoamérica y Caribe, según el informe, el sobrepeso en las niñas y niños menores de cinco años aumentó del 6,2% al 7,5% en el mismo período (por sobre el promedio mundial de 5,6%), identificándose territorios con alto rezago, en donde la malnutrición en cualquiera de estas dos formas supera significativamente los promedios nacionales.

Revisa el informe:

La evidencia en el Panorama 2020 muestra que, tanto en Chile como en Argentina, los territorios más rezagados en cuanto a desnutrición crónica infantil se concentran en el norte de ambos países.

En efecto, el documento menciona que en Chile los territorios más afectados por la desnutrición crónica infantil coinciden con la zona norte y se encuentran principalmente en las regiones de Arica y Parinacota (5,8%), Atacama (6,1%) y Tarapacá (6,4%), pero también en la Región Metropolitana (6,1%), en la cual habita un 40% de la población del país.

 

SOBREPESO INFANTIL EN CHILE: MAYORES TASAS EN LA ARAUCANÍA, MAGALLANES Y ANTÁRTIDA CHILENA, ÑUBLE Y LOS RÍOS

Por su parte, el sobrepeso infantil se concentra, según el informe, más al sur en los países de Argentina y Chile, al suroeste de Brasil y al norte de México. Chile, por ejemplo, tiene mayores tasas de sobrepeso infantil en las regiones de La Araucanía (18,9%), Magallanes y Antártica Chilena (18,7%), Ñuble (18,6%) y Los Ríos (18,6%).

En el país, el Panorama 2020 trabajó en base a los últimos datos disponibles del estado nutricional de niñas y niños de kínder, de la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas (Junaeb).

“Debemos actuar, cuanto antes, para que niñas y niños chilenos menores de cinco años reciban una alimentación saludable, que les permita el pleno desarrollo intelectual, emocional y físico. Consecuencias de la malnutrición, como el mal rendimiento escolar y la discriminación por el físico, pueden corregirse a temprana edad, con los nutrientes y entornos adecuados”, urge la representante de la FAO en Chile, Eve Crowley.

Los más altos niveles de rezago por desnutrición crónica infantil se encuentran en áreas rurales de América Latina y el Caribe –revela el Panorama 2020– en donde factores como la pobreza, bajos ingresos y escolaridad, la falta de un empleo formal y un menor acceso a servicios, disminuyen el acceso a alimentos nutritivos. En estos territorios altamente rezagados, coexiste una mayor cantidad de población indígena y afrodescendiente.

Para ponerle fin a las cifras de malnutrición infantil, concuerdan las agencias de Naciones Unidas en el Panorama 2020, será imperativo implementar políticas públicas que se enfoquen en estos territorios y, en concreto, en sus poblaciones más vulnerables, con énfasis en poblaciones indígenas, afrodescendientes y mujeres.

En el país, el Panorama 2020 expone acerca de una tendencia creciente a la proliferación de canales comerciales para los productos de agricultura familiar campesina, por ejemplo, el Instituto de Desarrollo Agropecuario (Indap) cuenta con una serie de programas para ofrecer alimentos de agricultores familiares a pueblos y ciudades.

A su vez, el Programa de Alimentación Escolar de la Junaeb cuenta con empresas proveedoras de alimentos que deben comprar parte de sus insumos a la agricultura familiar campesina, pequeños productores y zonas rezagadas.

En ambos casos, se contribuye a la activación de la economía en los territorios rurales y a evitar la malnutrición en todas sus formas.