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Investigación contra Renato Poblete dejó al descubierto abuso de niña de tres años

Las víctimas además confesaron no sólo tratos abusivos sexuales de parte del fallecido religioso jesuita, sino que también físicos y sicológicos.

24Horas.cl Tvn

Domingo 11 de agosto de 2019

En medio de la investigación por las acusacioes de abusos sexuales contra el sacerdote Renato Poblete encargada por la Compañía de Jesús, se reveló que una de las 22 víctimas confirmadas sería una menor de tres años.

Junto a ella también habría otras tres menores de edad, de acuerdo a la indagatoria que lleva a cabo el abogado Waldo Brown.

El abuso de la menor se habría dado en el contexto en que Poblete habría mantenido una relación estable con su madre sobre la base de la dependencia moral, sicológica y económica, lo que le habría dado acceso a sus hijas, de quienes abusaba a través de tocaciones de caracter sexual y besos.

Según consta en la investigación revelada por La Tercera, la pequeña fue abusada desde los tres hasta los 10 años en la década de 1970.

Además Poblete habría abusado de otras tres menores. El primer caso se habría registrado en 1959, sólo cuatro años después de ordenarse sacerdote.  con una niña de 13 años, el que se extendió por dos años. El último caso, en tanto se registró en 2002, a sus 78 años con una adolescente de 12 años y que se extendió hasta sus 16.

En total el sacerdote cometió abusos contra 22 mujeres entre el año 1956 y el 2008, testimonios que están siendo investigados y cuya credibilidad fue confirmada por el abogado.

Las víctimas aseguraron que además de abuso sexual sufrían abusos físicos y sexuales, ya que Poblete las abordaba intespestivamente intentando tocarlas y besarlas y durante el acto las golpeaba y gritaba cosas como "Te quiero hacer sentir querida", "quiero darte cariño de padre", "no te corrái, mierda (sic)", "si estás gorda no conseguirás a nadie" y ""Miren, si la violación es inevitable, relájense y gócenlo".

La investigación determinó que el ex capellán del Hogar de Cristo lograba entrar al entorno familiar de sus víctimas para evitar ser denunciado.