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Piropos peligrosos

Paul Yévenes primero fue acusado de robo con intimidación y luego se le sindicó un abuso sexual.

Elkjaer Lobos

Viernes 4 de enero de 2013

Una inusual situación debió vivir Paul Yévenes luego que piropeara de forma ostensible a una vecina de la comuna de Puente Alto, quien es hija de un sargento de Carabineros.

El 19 de octubre de 2011, viajaba en la micro del recorrido 204 del Transantiago junto a dos amigos, Felipe y Diego, cuando se toparon con dos jóvenes.

Según explica Yévenes al diario Las Últimas Noticias, a sus amigos se les ocurrió gritarle piropos a las muchachas, lo que trajo trágicas consecuencias.

Al bajarse del microbús, en la intersección de Ejército con Bahía Fritz Roy, nuevamente piropearon a gritos hacía a las vecinas.

Yévenes decidió ir a ver a su polola a Maipú y luego de volver a su casa, su madre le dijo que Carabineros lo estaba buscando por un robo con intimidación.

Él se dirigió a la 38° Comisaría de Carabineros, donde se encontró con una de las jóvenes, quien lo sindicó como culpable de robo con intimidación.

"Mi mamá me dijo que me estaban buscando los carabineros con un robo con intimidación. Que había robado una billetera con unos amigos. ¡Qué!. le digo yo. Pero si yo no he hecho nada", recordó Yévenes.

Fue detenido y al otro día, 20 de octubre, fue formalizado por abuso sexual debido a que -según las jóvenes- él les tocó el trasero y los pechos.

El joven fue llevado a Santiago 1, donde estuvo durante 11 días de prisión, y luego se le cambió la medida a arresto domiciliario por más de un año, según denuncia.

La pesadilla terminó el 31 de diciembre pasado, cuando Paul y su amigo Felipe fueron absueltos por tres votos contra cero.

Esto porque nunca se encontraron testigos del supuesto abuso hacía las adolescentes.

Foto: Facebook