Pese a que llegaron en masa a prestar su ayuda a los damnificados por los incendios en Valparaíso, hoy el panorama es distinto. Los voluntarios, que en su mayoría son estudiantes, han abandonado los cerros. A tanto llega la crisis que hasta un grupo de reos se ha sumado a los trabajos de limpieza y reconstrucción.
La semana eran más de 15 mil los jóvenes voluntarios que tras el incendio acudieron al llamado solidario. Hoy el panorama es distinto: calles vacías, menos manos solidarias.
Para muchos las trabas puestas por los comités de ayuda para regular la asistencia de los voluntarios se transformó en el principal enemigo que marca este descenso.
Desde las organizaciones de voluntarios y las autoridades regionales continúan con los planes organizacionales para que la ausencia de personal no se vuelva un nuevo problema.
Desde diversos centros educacionales han motivado a los centros de alumnos de distintos puntos del país a acudir hasta Valparaíso a entregar ayuda.