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La historia de la noche que terminó con 300 internas fugadas

Tras el terremoto las gendarmes activaron los protocolos de evacuación por estar en una zona inundable. El ministro de Justicia alabó la acción y la entrega de muchas internas.

Fernando Jimenez

Miércoles 2 de abril de 2014

Uno de los hechos que profundizó la alarma en la golpeada ciudad de Iquique fue la confirmación del ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, de la fuga de más de 300 reclusas de la cárcel de Iquique.

Con incertidumbre, los habitantes debieron agregar un punto más para resguardarse luego del terremoto y posterior tsunami que afectó a la zona. Pero había una explicación.

Tras el movimiento telúrico las gendarmes debieron activar un protocolo de emergencia y evacuación. ¿La razón? El recinto penal se encuentra en una zona inundable, por ello, la “liberación” de las reclusas.

 “Fue evitar la muerte de mucha gente. Por supuesto que estamos preocupados de quienes escaparon y no han vuelto. La mayoría de las internas han regresado voluntariamente”, indicó el ministro de Justicia, José Antonio Gómez.

Tuvimos que esperar que se acabara el movimiento para recién abrir los accesos”, indicaron las funcionarias de Gendarmería.

El escaso tiempo era el principal enemigo a la hora de abrir las celdas ya que el recinto penal se encuentra a menos de doscientos metros de la costa.

“Hablar ahora es fácil. Las funcionarias debieron correr por las celdas, abrir los dormitorios, bajar a las internar en momentos oscuros, con la tierra moviéndose”, señaló Gómez junto con destacar que más de un centenar ya han sido reingresadas al penal, muchas de ellas por entrega propia.