Se dice que en todos lados hay un chileno y esta no es la excepción.
El 10 de diciembre de 1948, en la capital francesa, París, se redactó la Declaración de los Derechos Humanos, evento que llevó a establecer esta fecha como el día internacional de los DD.HH.
En dicho proceso no sólo hubo representantes del viejo continente o las potencias de la época, sino que también participó un compatriota: el jurista e internacionalista Hernán Santa Cruz.
La consigna de la escritura redactada entre ocho miembros, entre ellos Santa Cruz, busca velar por toda persona natural, no importando el origen del país, la religión, el idioma, su condición sexual y ni la residencia.
El chileno fue parte de la escritura que hasta la fecha se representa por la Carta Internacional de Derechos Humanos. Y no fue una participación al azar. Santa Cruz desempeñó cruciales cargos como los de embajador de Chile en la ONU, nombrado por el gobierno de Eduardo Frei Montalva y representante regional para América Latina.
Al diplomático chileno se le atribuyen como grandes aportes en la Declaración de los Derechos Humanos los aspectos económicos, sociales y culturales.
Posteriormente de prestar colaboración en la redacción de los Derechos Humanos, trabajó en diferentes organismos de Naciones Unidas y escribió varios libros contra la discriminación y a favor de las minorías.
Por otro lado, fue gran amigo del ex presidente Salvador Allende donde se juntó en más de una ocasión cuando viajaba a Chile. La amistad comenzó en el año 1939 durante el gobierno de Pedro Aguirre Cerda.
(Izquierda de la foto Eduardo Frei, al medio Hernán Santa Cruz y a la derecha Salvador Allende)
Finalmente fallece en Santiago de Chile en el año 1999, dejando un gran legado y prestigio nacional.
Fotos: Minrel/ Organización Menschenrechte