Siete personas por cada metro cuadrado.
Así de congestionado es el Metro de Santiago en hora punta, el horario más temido sobre todo por las mujeres.
Empujones, codazos, peleas y hasta toqueteos es lo que tienen que aguantar en cada viaje en el transporte subterráneo.
La situación se ha complicado a tal punto que algunas piden soluciones extremas como viajar en vagones separados.