Michael y Joaquín son dos niños que representan una realidad en Chile en la que sus padres deben poner en riesgo sus trabajos para poder acompañarlos en el proceso de recuperación de la enfermedad grave que en cada caso padecen.
No en todos los casos prima la buena voluntad o el sentido común y la dependencia en el criterio del empleador termina con el despido de el trabajador o la trabajadora.
No obstante, esta situación podría quedar en el pasado de aprobarse el proyecto que este lunes envió la Presidenta Michelle Bachelet que apunta hacia la protección de estas familias enfrentadas a la adversidad.
Se trata de la llamada "Ley Sanna" que crea fondo solidario para que los progenitores puedan recibir una licencia de 90 días anuales para acompañar con tranquilidad a los menores.
La iniciativa cuenta con amplio respaldo popular expresado a través de redes sociales, donde los usuarios abogaron por su pronta aprobación.
