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Aislamiento atenuado

Hay mejoras en el aeródromo, los servicios sanitarios y educativos. Pero exigen modernizar la ruta terrestre.

Elkjaer Lobos

Viernes 31 de agosto de 2012

Son 600 kilómetros los que separan al archipiélago de Juan Fernández del punto más cercano del continente, ubicado en la Región del Maule. Según aseguran sus propios habitantes, si bien la conectividad con el continente ha mejorado tras el tsunami del 27 de febrero de 2010 y el accidente del CASA-212, todavía pesan esos kilómetros de distancia.

Leopoldo González es alcalde de San Juan Bautista y ha vivido gran parte de su vida en el archipiélago, que últimamente se ha visto azotado por duras tragedias. Para el edil, el punto crítico de Juan Fernández es el camino que planea unir a la Bahía de Cumberland con el aeródromo, ese que se hizo tristemente célebre por el accidente donde fallecieron 21 personas.

González conversó con 24horas.cl y admitió que esa obra es de vital importancia para el poblado de 598 habitantes, y destaca que sólo en estudios técnicos se han gastado ya cerca de 700 millones de pesos, pero aún todavía no se construye la necesitada vía.

 Hoy los habitantes que quieren llegar al aeródromo deben viajar seis horas en mula por un sendero que atraviesa peligrosos cerros o, si quieren una solución más rápida, embarcarse en una lancha que tras un viaje de una hora y media los dejará en la Bahía del Padre, lugar que permite llegar al aeródromo. El problema es que muchas veces el tiempo no es muy amistoso y la opción de embarcarse no es factible. En estas situaciones, se hace sentir aún más el aislamiento.

"El camino debe terminarse y no sólo para el tema de turismo. Varias veces hemos tenido en la isla a personas con problemas médicos que no hemos podido sacar y que han muerto en la pista de aterrizaje", comenta el edil.

González también recuerda otros operativos en los que ha participado: "Hemos tenido casos de pacientes que hemos tenido que evacuar en mula por los senderos de la montaña".

Ximena Green, de 61 años, nació y ha vivido casi toda la vida en la isla. Ellla asegura que la isla "es una bendición", pero también ha vivido su lado más menos agradable. El tsunami le llevó a su nieto, Joaquín Ortiz, más conocido como "Puntito", y su hostería, la "Martínez Green".

Ella también ha sentido la ausencia del camino. "Lo del camino viene hace mucho de tiempo y no pasa nada, no hay continuidad con el proyecto. Esto sería un gran adelanto, especialmente porque muchas veces aquí el tiempo no es muy bueno, especialmente en la Bahía del Padre, y eso impide llegar al aeródromo", señala.

También recuerda una experiencia cuando tenía que viajar al continente para seguir un tratamiento médico y el mal tiempo le impidió tomar una embarcación, por lo que se tuvo que ir caminando al aeródromo.

Vista aérea de la pista de aterrizaje.

El alcalde González espera que pronto se inicie una licitación y así nuevamente se estudie si es factible el camino, vía que ha desatado una polémica lejos de Juan Fernández. Ambientalistas del continente dicen que el camino dañaría el ecosistema de la isla Robinson Crusoe.

"¡Claro! como ellos no viven en la isla y viven en el continente...¡es fácil opinar!", responde González.

Otra de las situaciones que preocupan a los isleños es que los niños no pueden nacer en Juan Fernández. Por recomendación de la autoridad sanitaria, las mujeres deben abandonar el pueblo a los siete meses de embarazo. Eso daña la identidad del lugar, porque -según sus habitantes- no existen isleños nacidos en la isla.

Aparte de estas situaciones, tanto Ximena Green como Leopoldo González hacen una buena evaluación de la conectividad. Ahora se está construyendo un Centro de Salud Familiar Médica (Cesfam) que permitirá atender a pacientes con enfermedades más complejas, hay un compromiso para que llegue internet (ahora sólo hay versión móvil) y los estudiantes pueden terminar su enseñanza media y rendir la PSU en el pueblo.

Militares reparan la pista de aterrizaje durante la "Operación Loreto".

Otra situación que tiene contentos a los isleños es que las condiciones del aeródromo han mejorado. Ahora una estación cercana al recinto entrega información meteorológica, no como antes, que los pilotos debían planear sus vuelos con información climática de San Juan Bautista, muy distinta al aeródromo. Por último, se instaló iluminación artificial en la pista de aterrizaje.

"A veces las cosas tienen que pasar para que mejoren las condiciones en Juan Fernández",  concluye Leopoldo González.