"Verdad y justicia".
Eso es lo que pide la madre de Rodrigo Anfruns, Paola Papi, a 34 años del confuso homicidio de su hijo de tan sólo 6 años, quien -según la verdad oficial- habría sido secuestrado y asesinado por un adolescente.
A través de una carta e insistiendo en que otras personas fueron responsables del delito, Papi pide a la Corte Suprema y específicamente a su presidente Rubén Ballesteros que vuelva a revisar el caso.
Valorando el perdón que pidió la Asociación de Magistrados y las omisiones que reconoció el máximo tribunal al momento de revisar casos de violaciones a los Derechos Humanos en dictadura, la madre de Rodrigo expresa:
"No puedo dejar de señalar que en el caso de mi hijo, aún el Poder Judicial sigue en deuda. En efecto, en el año 2004, quien fuese el teniente de Carabineros, don Jorge Rodríguez Márquez, me confiesa, por razones de conciencia, que tiene un antecedente que no se había atrevido a dar antes por temor a represalias en su contra y de su propia familia. Me relata que en la madrugada del día 14 de junio de 1979 presenció que desde un vehículo, de los que usualmente usaban los agentes de la CNI, sacaron el cuerpo de Rodriguito desde el porta maletas, dejándolo en el lugar en el cual fue encontrado un par de horas después, en el curso de la mañana", parte detallando.
Acto seguido, Papi enfatiza que "después de 34 años de haber perdido a mi hijo en circunstancias tan turbias y dolorosas, y sin poder acceder a un poder judicial que se hiciera cargo de buscar la verdad y hacer Justicia, quisiera hoy acceder, como bien usted dice 'a esa Corte Suprema que le pertenece a todas y todos'".
"Yo creo tener el derecho a saber quiénes, cómo y por qué a un niño inocente y puro, que no pudo tener vinculación alguna con la crisis que vivía el país, lo secuestraron y asesinaron en tan extrañas circunstancias, con signos, incluso, de haber sufrido quemaduras en su pequeño cuerpo", recalca.
Finalizando su misiva de 6 páginas, Papi precisa que "cualquier ciudadano, con un mínimo de sentido común, coincidirá en que si se le quitó la vida entre las 24 y 48 horas antes de encontrar su cuerpo, la verdad oficial es una mentira".
"Y nos obligaría a preguntarnos: ¿cómo un adolescente, sin ayuda de nadie podría haber mantenido raptado a un pequeño de 6 años, durante 11 días, mientras el país entero y sus instituciones lo buscaban? Frente a estos hechos vengo en solicitar su especial preocupación para llegar a la verdad y hacer justicia, y así poder cerrar este doloroso capítulo para las víctimas directas, las abuelas, hermanos, padres, la comunidad nacional y la humanidad toda", sentencia.
REVISA EL DETALLE DE LA CARTA: