En una extenuante jornada de formalización de cargos, la madre del bebé incinerado por la secta de Quilpué, Natalia Guerra Jequer, expresó que al momento del crimen "observó una excavación y una hoguera" y que Ramón Castillo Gaete (35) o "Antares", líder de la secta, fue el autor de la incineración del bebé.
"Yo estaba destrozada, pero Pablo Undurraga (cómplice prófugo) me decía que tenía que ser así, que era mi karma. Presentía lo que iba a ocurrir con el bebé, pero eran órdenes superiores. Antares había matado al bebé arrojándolo al fuego", contó entre lágrimas al fiscal Juan Emilio Gatica.
También confidenció que en sus rituales consumían ayahuasca y participaban de orgías sexuales. Luego del ritual de incineración del bebé de Guerra Jequer, pactaron guardar silencio, encubriendo la acción desde el 23 de noviembre, cuando acaeció el hecho.
Tanto la madre del bebé, como el resto de los integrantes arrestados por la policía: María Álvarez Fuenzalida, Karla Francy y David Pastén fueron formalizados y quedando en prisión preventiva mientras los ocho meses que durará la investigación. Por dictamen de la juez Ingrid Arévalo, representan un peligro para la sociedad.
Guerra Jequer arriesga entre 15 años y cadena perpetua por el crimen de parricidio y el resto de sus compañeros entre 10 y presidio perpetuo por homicidio calificado.