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Matronas a la Justicia

El Colegio de la Orden interpuso un recurso de protección en la Corte de Apelaciones para que la UC no imparta un diplomado para atender partos.

Fabián Mardones

Martes 29 de mayo de 2012

Un recurso de protección contra las autoridades de la Pontificia Universidad Católica (PUC) presentó la presidenta del Colegio de Matronas y Matrones de Chile, Anita Román, para que se deje sin efecto el diplomado 'Nacer en Familia', que pretende -en 37 horas de clases- entregar herramientas a cualquier profesional de la salud para que atienda a mujeres embarazadas.

Esta acción se suma a la queja formal que hizo la asociación gremial en la sede central de la casa de estudios, donde se expuso al decano de la Facultad de Medicina la inconveniencia de que la Escuela de Enfermería imparta el mencionado curso.

Para Román “lo que vemos acá es que se pretende nivelar hacia abajo, cuando se debe fortalecer lo que hoy existe, que son las carreras de Obstetricia y Puericultura. Por esta vía se busca precarizar la atención de las embarazadas, en circunstancias que en Chile tenemos los más bajos niveles de mortalidad perinatal del mundo ”.

“La Universidad Católica lleva 15 años pretendiendo imponer un modelo educativo, que es preparar enfermeras-matronas, con apenas un semestre de especialización, y hoy dan un paso más en esta lógica errada de aprendizaje, impartiendo este diplomado que más encima es semipresencial y con sólo uno de sus cursos dedicado a la especialización” agregó la dirigenta.

En el escrito se apela a que se resguarde el derecho a la vida consagrado en la Constitución, ya que “la acreditación que se pretende dar a profesionales con escasa preparación para asistir un parto integral pone en riesgo la salud de la población, la de la madre que espera contar con los cuidados que nuestra legislación contempla, y la del que está por nacer, que tiene el derecho a que el profesional de la salud que asiste su proceso de crecimiento y eventualmente su parto sea uno idóneo”.

En el recurso también se argumenta que la PUC transgrede el principio de igualdad ante la ley, ya que con el acto de promover un curso que dará herramientas de obstetricia a cualquier profesional de la salud “los yergue como un grupo privilegiado, amparado por el prestigio de esa casa de estudios y les permite postular a empleos privados y cargos públicos”, en circunstancias que el resto debe cumplir con un proceso académico mucho más extenso.

El libelo agrega que el Código Sanitario establece que son las matronas y matrones los únicos que pueden ejercer servicios profesionales para “la atención del embarazo, parto y puerperio normales, y la atención del recién nacido, como asimismo, actividades relacionadas con la lactancia materna, la planificación familiar, la salud sexual y reproductiva y la ejecución de acciones derivadas del diagnóstico y tratamiento médico, y el deber de velar por la mejor administración de los recursos de asistencia para el paciente”.