Un niño de 13 años sería culpable de los atentados ocurridos en el mes de septiembre en el centro comercial Open Plaza de Viña del Mar, hecho que -incluso- dejó a una trabajadora con un trauma acústico.
Se trata de dos bombas de ruido que detonaron al interior del lugar, los días 9 y 10 de septiembre pasados.
Pese a la gravedad de los hechos, el menor no puede ser imputado y los antecedentes solo serán enviados hasta un Tribunal de Familia.
Aunque esto no es lo más sorprendente, ya que -según explicó la fiscalía- el menor aprendió a fabricar estos artefactos mirando internet, lo que confesó a sus padres.
Su participación estaría comprobada gracias a peritajes a las cámaras de seguridad y en el sitio del suceso. Se desconoce cuál fue su motivo para realizar el acto.
Foto: Archivo Agencia Uno.