A contar de este mes, cada vez que se utilice el Metro de Santiago se encontrará en el andén con una nueva franja amarilla de seguridad denominada "podotáctil".
Este nuevo pavimento consiste en una cubierta con relieve, más ancha y más luminosa, la cual advertirá a los pasajeros que traspasando la línea se está entrando en una área de seguridad.
La iniciativa es una respuesta a los altos flujos de pasajeros en horarios punta, lo cual no se reduce a un mero tema de mejorar la frecuencia de los trenes, sino que también mejorar la seguridad y la integridad de los usuarios.
"Sabemos que hoy la operación de la red está exigida en horas punta. Por eso estamos implementando medidas que no solo contribuyan a mitigar la alta demanda, sino también a mejorar la seguridad de nuestros pasajeros, principalmente de aquellos que presentan discapacidad visual", expresó Ramón Cañas, gerente de Operaciones y Servicios de la compañía de transporte subterráneo.
El "podotáctil" se implementará en 29 estaciones de la red y aseguran que su instalación será compatible con el desplazamiento de sillas de ruedas, coches o personas con muletas y el costo de la inversión alcanza los $198 millones.
La instalación de estas nuevas franjas se enmarca dentro del plan "Accesibilidad Universal", el cual agrupa las iniciativas tendientes a mejorar e implementar las condiciones que deben cumplir las estaciones y trenes de toda la red, a fin de ser utilizables por todas las personas de la forma más autónoma y natural posible.
En este plano, el 74 por ciento de las estaciones cuenta actualmente con algún tipo de equipamiento para facilitar el traslado de las personas con movilidad reducida, ya sea salva escaleras, elevadores o ascensores.
Con el plan de mejoramiento, se cubrirá el total de la red con ascensores y las nuevas franjas de seguridad amarillas en los andenes, ésto, sin considerar la instalación de ascensores en 29 estaciones contemplando una inversión de US$ 35 millones.