Unos 60 mineros de Curanilahue se tomaron nuevamente el yacimiento de carbón Santa Ana, ubicado en la región del Bio Bío y a más de 600 metros de profundidad, con el propósito de exponer al gobierno un malestar derivado de una movilización pasada.
En específico, reclaman que desde La Moneda no ha cumplido el protocolo que crearía las condiciones necesarias para comprar la mina y así poder ejecutar las labores de trabajo.
Los implicados indicaron que la protesta tiene un carácter indefinido, similar a lo ocurrido en el año 2015, cuando la ocupación del área se extendió durante 14 días.
Precisamente el punto que ahora es motivo de protesta fue el aspecto clave con el que terminó la última toma: la posesión del yacimiento.
Héctor Fernández, uno de los trabajadores implicados, aseveró que junto a sus compañeros "no pedimos limosna, sino lo necesario para sacar adelante nuestras familias".
Por su parte, Lautaro Benítez, Seremi de Minería del Bio Bío, afirmó a 24 Horas que "hemos cumplido todos los acuerdos suscritos con los trabajadores".
Consignar que los antiguos dueños de Santa Ana se declararon en quiebra en octubre de 2015.