Críticas han surgido desde el Colegio médico y otras organizaciones médicas sobre los protocolos para entrar y salir de Chile en pandemia y la necesidad de evaluar la posibilidad del cierre de fronteras, especialmente las aéreas.
Sobre eso conversó con 24 AM el ministro de Relaciones Exteriores, Andrés Allamand, quien explicó que "esta es una situación que las autoridades de salud están monitoreando día a día. Hasta ahora, y esa fue una decisión correcta, la única puerta de entrada autorizada al país es el aeropuerto Arturo Merino Benítez".
En ese mismo punto, destacó que "cuando se autorizó este aeropuerto, también hubo opiniones en el sentido de que debían autorizarse otros puntos de entrada, pero creo que fue muy razonable restringirlo a solamente un punto, y en este minuto la restricción que existe es aquella de personas proveniente del Reino Unido".
"En todo caso, como lo han señalado las autoridades de salud, es una medida que se está monitoreando diariamente. Yo creo que si se produjera en otro país una situación como la del Reino Unido, sería razonable que se le extendiera la prohibición", agregó.
"Hay que tener particular cuidado con esta pandemia. Uno se confunde si es primera ola, segunda ola, brote o rebrote... por eso es que hay que mantener al máximo las medidas, como las que se tomaron en la región Metropolitana, que también generaron observaciones y críticas, pero ya los antecedentes indican que fue una buena medida haber generado restricciones mayores. Hay que ser cautelosos, prudentes y mantener con rigor las medidas que se están adoptando que, me da la impresión, es lo que se ha hecho", complementó.
Nuevo arribo de vacunas
Otro punto en el que su ministerio y gestión han sido clave durante la pandemia son los acuerdos con los laboratorios para el arribo de vacunas contra el coronavirus a nuestro país, donde ya se produjo la primera con Pfizer Biontech. En ese sentido, Allamand destacó que "interactuamos no sólo con un laboratorio y una vacuna, sino que lo hicimos con cuatro".
Y detalló: "Uno de los temas más complejos en esta negociación fue cerrar los contratos porque los laboratorios son particularmente exigentes en un conjunto de medidas y cuesta mucho que entreguen las fechas fijas en las cuales iban a estar disponibles los tratamientos".
Respecto a las fechas establecidas, el canciller dijo que "nosotros en el primer trimestre deberíamos tener 800 mil tratamientos de la vacuna china Sinovac, pero hay un margen. No es que los laboratorios digan: van a estar el día 3 de marzo a las 9 de la mañana, se dejan una holgura".
"Lo que nosotros queremos es que la población objetiva, que hasta ahora ha sido estimada en 15 millones de personas, pueda estar vacunada durante el primer semestre. Para eso esperamos que comience a haber un flujo en enero", sentenció.