Durante la visita del Presidente Sebastián Piñera y otras autoridades la mañana de este miércoles a La Legua Emergencia, donde fueron demolidos cinco muros que separaban algunas de sus calles interiores más peligrosas, se produjo una pequeña protesta por parte de dos mujeres en contra del ministro del Interior, Andrés Chadwick.
Según relata La Segunda, se trataba de la madre y la hermana de Quinny Jerez (22), una joven que está en prisión preventiva acusada de atacar a un carabinero durante un procedimiento que se realizó a comienzos de noviembre. Ambas se presentaron en la actividad portando carteles donde se leía la frase "El ministro Chadwick miente al llamarte delincuente".
Si bien la actividad se realizó en completa normalidad, al finalizar Chadwick se acercó a las mujeres para dialogar con ellas. Fue así como el jefe de gabinete le dijo a la madre que estaba coordinando una reunión con ella para recibirla en La Moneda, ante lo cual la mujer le contestó: "Quiero decirle una cosa con todo el respeto. Usted antes de llamar a las personas delincuentes tiene que... Porque usted llamó a mi hija delincuente en la tele".
Según la madre, a su hija "le truncaron su carrera, ella es futbolista, es una niña sana de 22 años. Porque el daño que le están haciendo adentro de la cárcel es muy grande". Asimismo, aseveró que al interior de la cárcel "ella ha tenido que pelear, le soltaron un diente y tiene un ojo morado".
Por último, sostuvo ante el ministro desear que "usted antes de que diga algo, vea primero. Y no solamente por mi hija, sino por muchas personas que vivimos acá. Porque hay gente inocente y gente que no lo es. Y usted trató a mi hija de delincuente y mi hija no es delincuente".
Ante estas palabras, Chadwick le manifestó que "si he cometido una injusticia, le pido disculpas y vamos a recibirlas, vamos a conversar (...) Si se ha cometido un error, pierda cuidado que lo vamos a rectificar. Qué bueno que me lo diga, muchas gracias por decírmelo".
Antes de finalizar la conversación, la madre de Quinny dijo antes de romper en llanto y abrazarse con el ministro que "somos comerciantes, de feria, siempre hemos crecido en el evangelio".
Por su parte, el secretario de Estado cerró la conversación con una promesa: "Yo la espero en La Moneda. Vamos a arreglar todo, descanse, el Señor nos puso aquí para ayudar a su familia".