El ministro de Justicia, Jaime Campos, acusó a Bolivia de no cooperar para dar pronta solución al caso de los nueve ciudadanos de ese país detenidos desde marzo pasado por ingresar ilegalmente al país por el sector de Panavinto, comuna de Colchane, región de Tarapacá.
Según sostuvo, hace dos meses se comunicó con su par boliviano, Héctor Arce, quien rechazó defensoría chilena porque tenían abogados particulares.
"Me llamó y me pidió intervenir para la liberación. Le comenté que en Chile existe derecho y separación de poderes, por lo que los tribunales de justicia determinarán cómo resolver el caso", contó.
Respecto al periodo transcurrido sin que se haya resuelto la situación, explicó que "me da la impresión que la defensa y los propios inculpados poco han hecho para favorecer y generar las condiciones para que los tribunales resuelvan, de lo que intuyo que hay ánimo y propósito de genera un conflicto internacional, de mantener el problema latente por mucho tiempo y para ese juego político y diplomático, como ministro, no me voy a prestar".
"Creo que están dilatando el proceso deliberadamente, es cosa de no cooperar ni hablar. Si lo hubiesen hecho al segundo día se resolvía todo, pero, en vez de eso, impugnan y niegan todo, al punto que dudan si el hecho se concretó en territorio chileno. Eso nos obliga a un proceso penal completo que podría durar hasta un año y medio", agregó.
Para reafirmar su idea de la poca colaboración ofrecida desde el país altiplánico, Campos sostuvo que "si un abogado chileno hubiese asumido la defensa con el propósito de solucionarlo, el tema estaría resuelto".
PROTOCOLOS DEL SENAME
En el marco de la entrevista con 24 Horas, el ministro de Justicia también abordó el tema de la aplicación de protocolos de emergencia a raíz de los casos ocurridos en centros como Coanil y Sename.
"Lo que tengo entendido es que existen y está publicados. Lo que ocurre es que algunos quieren pedir precisión de los mismos", afirmó, para luego entregar su versión respecto a las medidas a tomar en caso de emergencias.
"No hay que hacer un caricatura de situaciones que ya sabemos cómo son. Sujetar un niño no es necesariamente maltrato. Hay un límite que es difícil de precisar, que es dónde termina la contención física que permite la ley y dónde empieza el maltrato. Hasta donde yo entiendo, para contener a un niño que esté en una situación de desequilibrio, a veces es necesario desplegar actividad física de contención porque la palabra no basta", sentenció.