Se trata del machi Celestino Córdoba, único formalizado por el incendio que dio muerte al matrimonio Luchsinger-Mackay en enero de este año, quien realizó una ceremonia al interior del penal de Temuco.
Esta contaba con autorización de Gendarmería dada la importancia de la fecha. Se trataba del Wetripantu o año nuevo mapuche, actividad a la que asistieron más de 100 personas externas a la cárcel.
Para el gobierno, sin embargo, esto causó una profunda molestia dado que este acto habría ofendido a las familias de las víctimas.
"El Gobierno no comparte el criterio utilizado por Gendarmería. No es posible que una persona que está formalizada por uno de los crímenes más atroces que ha ocurrido en la región, pueda encabezar un acto tan importante para el mundo mapuche como es la celebración de su año nuevo", expresó el intendente Andrés Molina.
Sin embargo, según la institución encargada de velar por la seguridad de los reos del país, la autorización para realizar dicho evento está dentro de sus facultades. Pero para el intendente Molina esto causó "dolor".
"Se debe tomar en cuenta el contexto en que ocurren las cosas. Hay que tener respeto por las víctimas y sentido de prudencia frente a la magnitud del crimen y el efecto social que ha producido", estimó la autoridad regional.