Durante tres años un verdadero misterio policial aún no es resuelto tras la muerte de un funcionario de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) en Puerto Montt.
Primero se habló de un suicidio, luego de un infarto, más tarde un accidente, pero su familia ahora acusa un homicidio. Enigmas, inconcordancias, pruebas desaparecidas y una investigación de un principio cuestionada.
El ingeniero eléctrico Gonzalo Contreras San Martín murió en circunstancias inexplicables. Todo partió con una celebración con sus compañeros de trabajo. Testigos dicen que ese 6 de noviembre de 2014 festejaban a un compañero, mientras que la versión oficial afirma que la reunión tuvo por motivo su despedida, ya que era trasladado a Temuco.
Un compañero de trabajo que lo acompañó en la celebración, sostuvo que a Marcelo "se le pasaron las copas, quedando en mal estado, motivo por el cual lo dejamos recostado en un sillón".
El hombre quedó semiinconsciente en una dependencia aledaña de la DGAC. Según los participantes de la celebración, cada media hora verificaban su estado. A las 8:00 horas del día siguiente seguía en el mismo estado. Incluso, afirman que la última vez que lo vieron a las 15:30 horas estaba vivo, pero media hora después murió de un infarto al corazón.
La autopsia reveló traumatismo encéfalo craneano por accidente, la primera inconsistencia, ya que no era un infarto cardíaco la causa formal de muerte. Además, pese a que dos testigos aseguraron que murió a las 16:00 horas, el SAMU fue tajante en asegurar que su fallecimiento tuvo una amplia data horaria.
Su hermana, María José Montoya, señaló que tras su muerte, el celular de su propiedad no mantenía registro de llamadas ni fotografías. Además, aseguró que su ropa desapareció.
Sumado a esta seguidilla de eventos extraños, cinco horas antes que se informara su muerte, una página de Facebook publicó un dato, que después borraron, el que señalaba que un hombre de 34 años intentó suicidarse en el sector de la FaCh con fármacos y alcohol.
Tras esto, la madre de Marcelo pidió la exhumación del cuerpo y una segunda autopsia, la que concluyó que el afectado recibió golpes directos en el lado derecho de su cráneo.
Además, el informe de alcoholemia arrojó 0,00 alcohol en la sangre, mientras que el toxicológico dio negativo en cuanto al uso de estupefacientes.
En tanto, un comunicado por parte de la DGAC sostuvo que el "sumario administrativo arrojó la existencia de infracciones a normas administrativas y se aplicaron sanciones a los involucrados (...) ellos siguen trabajando en la institución".