Después del bullying sufrido en su colegio, un niño de 10 años no ha vuelto a caminar, tampoco habla, se desmaya y su cuerpo genera movimientos que no puede controlar. La historia fue mostrada en 24 Horas hace un mes, pero las consecuencias han seguido avanzando.
La madre denuncia que del menor de edad no ha recibido aún atención psiquiátrica, a pesar de que ya fue derivado desde el Hospital de Melipilla al Hospital Clínico Felix Bulnes en Quinta Normal.
El pasado 2 de junio acudieron al segundo recinto y la madre contó que "la muchacha me dijo que la lista de espera era grande, que habían como 10 niños esperando una atención con un psiquiatra y que ellos no tenían disponibilidad".
Al respecto, desde el Hospital Félix Bulnes aseguran que el paciente sí fue atendido, pero de manera ambulatoria ya que no requería mayores cuidados.
"Se le realizaron diversos exámenes, más la evaluación de un informe del encefalograma realizado de manera ambulatoria, cuyo resultado indicó normalidad, sin presencia de signos de agitación", aseveró Fernando Millard, director del Hospital Clínico Félix Bulnes.
A lo anterior, Millard agregó que debido a esto "el equipo determinó que no presentaba signos para otorgar una hospitalización, indicando el alta con expresa indicación de continuar el manejo farmacológico previo y controles en el Cosam de Melipilla".
Lo que alega la acongojada madre es que su hijo necesita apoyo en salud mental, porque médicamente su cuerpo no tiene enfermedades, y es su cabeza la que está enferma. De hecho, el diagnóstico que otros especialistas le han entregado es un síndrome conversivo.
"El trastorno conversivo se enmarca en lo que es la esfera de la somatización, a eso nos referimos con ciertas problemáticas que podríamos decir que son de origen emocional pero se expresan en una problemática física, en este caso neurológica que tiene origen emocional", explicó Nicole Vásquez, psiquiatra infanto-juvenil.
Los expertos aseguran que, en casos como estos es necesaria una atención interdiciplinaria. Eso quiere decir, apoyo de un equipo, incluidos psiquiatra, neurólogo y psicólogo, que debe llegar de manera oportuna, pero lamentablemente pocos niños tienen la oportunidad de acceder a ello.
En paralelo a la búsqueda de atención médica por su hijo, la mujer interpuso una denuncia ante la Superintendencia de Educación, asegurando que el colegio no aplicó los protocolos que correspondían en el minuto en que ella avisó lo que estaba ocurriendo con su hijo, al haberle ofrecido sólo recreos diferidos con el agresor.