Durante la tarde de este sábado, Nicolás Páez -un niño de sólo 11 años y con epilepsia refractaria- logró llegar hasta el imponente mirador Base Torres, ubicado al interior del mundialmente conocido Parque Nacional Torres del Paine.

El pequeño pudo hacer el recorrido gracias a una silla especial, mediante la cual era transportado por familiares y un grupo especializado.

En un principio la idea de los cercanos era ocupar una mochila ergonómica, pero se basaron en la historia de Álvaro Silberstein, quien pudo ocupar una silla de estas características especial para personas con movilidad reducida. (VER NOTA).

Nicolás padece complicaciones médicas que le impiden caminar y comunicarse, pero con la ayuda de las personas pudo alcanzar el objetivo en sólo seis horas.

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"Todo el trayecto iba pensando en el momento de llegar arriba con el Nico y cuando llegamos la alegría fue inmensa", señaló Pablo Paéz, padre del niño.

Vanesa Salazar, la mamá, hizo un llamado a que otras familias se atrevan. "La idea es que esto ayude a generar un turismo más inclusivo", sentenció.