Durante este jueves se confirmó que un riñón de Nicolás Soto, bombero de 20 años que murió este miércoles luego de sufrir un accidente mientras combatía incendios forestales, fue trasplantado a un niño que se encuentra internado en el hospital Luis Calvo Mackenna de Santiago.
Se trata de Agustín Cortez, pequeño que durante esta madrugada fue sometido a una operación por el equipo médico, y está a la espera de que el órgano pueda servirle para su recuperación.
Francisco Cortez, padre del menor de edad, agradeció a la familia de Soto y a toda la gente que los ha ayudado, pero remarcó que "el riñoncito aún no agarra fuerzas como los médicos quieren. Vamos con fe y que el paso de las horas vaya evolucionando mejor".
Recordar que el voluntario perdió la vida luego de una larga lucha que lo mantuvo en estado crítico durante varios días luego de ser impactado en la cabeza por un canastillo que transportaba un helicóptero.
Los familiares, luego de que se confirmara el deceso, iniciaron los trámites para donar los órganos de Nicolás, quien siempre manifestó dichas intenciones.