Ignacio Pérez, el niño trasplantado de hígado el pasado 4 de diciembre en Concepción, fue dado de alta y podrá pasar la Navidad junto a su familia.
Pese a la medida tomada el pasado lunes, el menor de seis años deberá someterse a cuidados son extremos y no podrá tener contacto con personas ajenas a las que viven en su casa durante tres meses para poder luego hacer vida normal.
La intervención constó de la entrega del 40% del órgano de su padre, Eduardo Pérez, luego que no aparecieran donantes.
Este último fue trasladado hasta el Sanatorio Alemán tras presentar un cuadro febril. Fue llevado a la UTI donde se encuentra estable.
Acerca de la donación, manifestó que "son cosas que no se piensan, nacen del corazón y simplemente se hacen".
El doctor jefe de la unidad, Franco Innocenti, explicó sobre el caso de Ignacio que "los riesgos del trasplante ya fueron superados, pero hay otras complicaciones o infecciones que pueden afectar".