El obispado de Valparaíso anunció el inicio de una investigación por abuso sexual de menor en contra del presbítero Carlos Morales Grandón, sacerdote acusado por el delito cometido en el año 1986.
Por medio de un comunicado se informó que el religioso fue separado de sus funciones mientras dure el proceso y que, en consideración a los compromisos adquiridos con la Fiscalía, se determinó entregar los antecedente al Ministerio Público.
También se consigna que Morales Grandón ya había sido condenado en el 2012 por un delito similar, pero por la justicia canónica, sentencia que le significó estar cinco años alejado del ejercicio del ministerio.
El fallo canónico determinó que "si bien (los hechos) son graves, no configuran el delito sexual de menores".