Los trabajadores de la Línea 3 del Metro protestaron por las malas condiciones en las que se encuentra el proceso de construcción. Trabajan a 40 metros de profundidad, tienen problemas de seguridad y hay cables eléctricos inmersos en del agua.
Los obreros se manifestaron este jueves en Irarrázaval, Ñuñoa, y este viernes lo hicieron en el pique minero de las intersecciones entre Alonso de Ovalle y San Diego. Incluso, llegaron hasta el Ministerio del Trabajo a presentar sus reclamos.
El ingeniero en Seguridad Industrial, Patricio Isamit, fue categórico al aclarar que "no se cuenta con una vía determinada para el tránsito de los peatones. Por ejemplo, se ve que uno de los trabajadores, mientras camina por el barro se entierra la pierna hasta la cintura, lo que puede terminar en un accidente".
El experto agregó que "cuentan con mangas de aire, pero deben funcionar bien para que se limpie y no haya exceso de dióxido de carbono", y que las regulaciones deben ser realizadas por otro entre fiscalizador.