La Oficina Nacional de Emergencia del Ministerio del Interior (Onemi) mantuvo la alerta roja decretada en San Pedro de Atacama y el saldo por las fuertes lluvias y granizos del llamado "invierno altiplánico" está muy lejos de ser definitivo.

Hasta el momento, son 220 personas las damnificadas -muchas de éstas son lugareños- y 47 viviendas las que se encuentran prácticamente inhabilitables.

Además, se registran complicaciones que difícilmente se pueden cuantificar. "El que tiene pensado venir y que le aseguran que va a tener un buen techo puede hacerlo", señaló la alcaldesa de San Pedro de Atacama, Sandra Barra, pero fue enfática en recomendar que si se tiene planificada una visita al lugar, lo mejor es hacerla la próxima semana.

El problema es que las precipitaciones no se han detenido. En horas de la tarde de este jueves, fuertes lluvias y una tormenta eléctrica han vuelto a sacudir la zona interior de Antofagasta.

"Lo que nos ha pedido el Presidente", sostuvo el ministro (s) de Obras Públicas, Lucas Palacios, "es que nos constituyamos en terreno (y) trabajemos en equipo (...) con el Gobierno Regional, el Intendente y los ministerios competentes para resolver, a la brevedad, los problemas de conectividad (y) en la restitución de los servicios básicos".

En cuanto a la luz eléctrica y agua potable, los servicios se están restableciendo de manera sectorizada.

En lo que se refiere a los alimentos, pese a que los negocios están provistos de mercaderías suficientes por la acostumbrada afluencia de turistas durante la temporada, éstos permanecen cerrados ante el peligro de inundarse.

Por otra parte, las rutas del Valle de la Luna y 23-CH permanecen cerradas. Esta última se mantendrá así, por lo menos, durante las próximas 48 horas producto de un socavón.

Por eso, los turistas debieron refugiarse en la Escuela de San Pedro de Atacama, que para estos efectos sirve como albergue.

Venían a ver el desierto más árido del mundo, pero el clima les jugó una mala pasada.

Fotografía: Archivo.