El vicepresidente de Renovación Nacional y alcalde de Puente Alto Manuel José Ossandón no ocultó su molestia por el “bajo” aumento del sueldo mínimo e hizo un llamado al Gobierno a compensar lo que “ha quedado por tantos años de lado”.
A juicio del edil, esta propuesta “es reírse de la gente incrementar el sueldo en 300 pesos diarios, eso no alcanza ni para tomar la micro, entonces es la hora de hacer un llamado fuerte al mundo político para que se meta la mano al bolsillo. Es una oportunidad histórica que el Gobierno debe aprovechar para enmendar lo que por tantos años ha quedado de lado”.
Enfatizó que “siempre como país tenemos una excusa para no subir el sueldo”, recalcando que los argumentos que siempre se presentan “las crisis (económicas), el desconcierto en materia internacional y después las finanzas que había que equilibrar”.
Ante esta situación, Ossandón hace un llamado a “hacer un cambio. Desde la vereda municipal, la gente lo hace sentir y por eso yo he estado planteando que nos pongamos como meta algo para los próximos años haciendo un esfuerzo extra y considerando que estamos creciendo al 6%”.
Sin embargo, no escondió su molestia con el Ejecutivo que mantiene los mismos argumentos con los gobiernos anteriores.
“Si la Concertación no lo hizo antes, no es argumento para no hacerlo nosotros, que deberíamos pensar seriamente la opción de superar los 200 mil pesos de acá a los próximos 4 años como mínimo”, dijo el militante RN.
Manuel José Ossanadón reconoció que quienes sentirían con mayor fuerza el aumento del sueldo mínimo son las Pymes, pero que las que funcionan en su comuna están dispuestas a dar el paso, porque “entienden que nadie puede vivir con 191 lucas”.
Con estos antecedentes, el alcalde de Puente Alto espera que “el debate por el sueldo mínimo debería extenderse unos días más, porque tanta presión por despachar la ley no traerá nada bueno. La gente que está a cargo de esto, especialmente los más técnicos deberían entender que el poder adquisitivo de los chilenos con sueldo mínimo es menor que el de hace 20 años y eso es una vergüenza para todo el país. Hay más de 700 mil trabajadores que apenas tienen para pagar un arriendo y movilizarse y ese es un pecado social que tarde o temprano se pagará”.