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Pasa al Senado el proyecto de tenencia responsable de mascotas

La Cámara de Diputados realizó modificaciones a la iniciativa que regula el trato con los animales de compañía y las responsabilidades que deben tener las personas.

José Morgado

Martes 22 de julio de 2014

Tras una nueva votación este martes en la Cámara de Diputados, el proyecto sobre la tendencia responsable de mascotas pasó a su tercer trámite constitucional en el Senado.

La Cámara Alta deberá discutir y analizar las modificaciones realizadas a la iniciativa, que van orientadas a la fijación de obligaciones y derechos de los responsables de animales de compañía; la protección de la salud y bienestar animal, mediante la tenencia responsable y la protección de la salud pública, la seguridad de las personas, el medio ambiente y las áreas naturales protegidas, aplicando medidas para el control de la población de mascotas o animales de compañía.

La normativa también estable la regulación de la responsabilidad por los daños a las personas y a la propiedad que sean consecuencia de la acción de mascotas o animales de compañía.

 

El proyecto, ingresado en mayo de 2009 al Congreso, define además lo que se entiende por mascota, animal abandonado, perro callejero o comunitario y animal potencialmente peligroso.

Según consigna el sitio web de la Cámara, la iniciativa contempla que el responsable de un animal calificado como potencialmente peligroso deberá adoptar las medidas especiales de seguridad y protección que determine el reglamento respecto del ejemplar, tales como la circulación de éste con bozal o arnés, su esterilización, según corresponda, la restricción a la circulación del animal en lugares de libre acceso al público o en bienes públicos y la prohibición de dejarlo al cuidado de menores de 18 años.

Además, plantea la posibilidad de evaluación sicológica de los dueños de mascotas; se define una obligación de someter a adiestramiento de obediencia a los perros calificados como potencialmente peligrosos; se contempla un marco de sanciones para los dueños de estos animales (responsabilidad civil y hasta penal); y crea un registro nacional de animales potencialmente peligrosos.