En el marco de las diversas denuncias hechas por jóvenes en redes sociales, varias han alertado sobre el uso de sustancias o drogas que las hacen perder el conocimiento y la voluntad en espacios públicos, lo que facilitaría un posible ataque de agresores sexuales.
Sin embargo, para que una droga tenga tal efecto en una persona, se requiere ingerir una cantidad superior a los 80 miligramos, según aclaró Patricio Navarro, jefe de la Brigada de Investigaciones de Sustancias Químicas Controladas de la PDI.
"Para que una droga haga efecto, debe ser una cantidad grande. La burundanga requiere que tenga entre 80 y 100 miligramos (...) no es posible a través de un contacto simple hacer ingerir a una persona dicha cantidad", explicó a 24 AM.
En la mayoría de las denuncias se señala que los agresores rocían con líquidos los pasamanos en el Metro y micros, pero Navarro aclaró que no existe documentación ni evidencia sobre esto. Además que, de ser así, afectaría a otros, no sólo a las víctimas.
"Si bien existen drogas potentes que en grandes cantidades podrían causar incluso la muerte, como el fentanilo, son sustancias que no son de fácil manejo y tampoco de absorción cutánea", agregó.
"Entonces, que algunas sustancias sólo al tocarlas atraviesen la piel, las capas lipídicas, se metabolice, vaya al cerebro y produzca los efectos sin afectar al atacante y al resto de personas que están al lado, no lo tenemos documentado", aseguró.
Asimismo, el detective señaló que en caso de haber sido drogada o drogado, hay que tratar de hacer la denuncia lo antes posible para poder iniciar una investigación lo antes posible, debido a la duración de los efectos, que en algunos casos puede ser prolongado y en otros no tanto.