El jefe de la Brigada de Investigaciones Policiales Especiales (BIPE) Metropolitana, Juan Pablo Pardo, entregó detalles la tarde de este martes respecto a la detención de Natalia Guerra, exintegrante de la llamada Secta de Colliguay que entregó a su pequeño hijo recién nacido para que sea sacrificado en un crudo ritual con el supuesto objetivo de evitar el "fin del mundo".
Según el comisario, la mujer, sobre quien pesaba una condena judicial y que se encontraba en calidad de "prófuga", fue capturada al interior de la parcela donde estaba viviendo en la comuna de Isla de Maipo.
Entre las técnicas ocupadas por la PDI para dar con el paradero de la mujer, el detective Pardo sostuvo que ocuparon diversos mecanismos ya que "ella se cambiaba de domicilio constantemente. Al cambiarse constantemente, ella se mantenía oculta en su domicilio y ni siquiera salía a comprar. A su pareja ella le hacía los encargos".
Sin embargo, un descuido de la mujer permitió detenerla: "En virtud de los documentos y papeles que ella escribía, pudimos hacer un peritaje y hacer una comparación con documentos que nosotros teníamos cuando ella había pasado detenida".
Detienen a mujer que entregó su bebé al grupo de "Antares de la Luz"
Detienen a mujer que entregó su bebé al grupo de "Antares de la Luz"
Se trata de Natalia Guerra Jequier, quien formó parte de la llamada secta de Colliguay y que entregó a su pequeño hijo recién nacido para que fuera sacrificado con el objetivo de evitar el "fin del mundo".
PDI: "ELLA SEGUÍA CON SU CULTO DE SECTA"
De acuerdo al relato del investigador, Guerra fue imputada y condenada por el delito de parricidio, en virtud de una investigación que llevó a cabo la PDI con respecto a la denominada "secta de Colliguay" donde un sujeto apodado "Antares de la Luz", junto a ella y otros sujetos, procedieron a dar muerte a un infante.
Otro dato proporcionado tiene relación con el domicilio de la mujer: "Pudimos establecer que ella se cambiaba cada un año de domicilio. Siempre ocupaba parcelas porque también tenemos prácticamente establecido que seguía con su culto de secta (...) Ella intentó darse a la fuga por los patios de la parcela".
Acotó que la mujer ingresó a Gendarmería para cumplir la condena que mantenía pendiente, y además profundizó en relación a la práctica de cultos sectarios: "Tenemos antecedentes que seguía efectuando algún tipo de culto muy poco conocido. Se hacían reuniones en la parcela, donde se juntaba gente a seguir un culto determinado. Recordemos que las sectas en Chile no son sancionadas sólo por ser sectas, sino que tienen que cometer algún tipo de delito para que nosotros podamos actuar".