El caso se hizo público hace siete años y recién ahora lo está resolviendo la justicia.
Era la noche del 11 de septiembre del 2014 y en varios puntos de la capital habían manfestaciones, una de ellas era en la población La Legua vieja donde encendían barricadas, justo ahí, Erick Muñoz, salía de la casa de su papá junto a su hijo de 9 años rumbo al hogar.
"Estábamos corriendo y de repente me dice, papá mírame el ojo, me dispararon y yo le veo el ojo y tenía un disparo en su ojo, tenía en el brazo, en la pierna" comenta el padre del niño, Erick Muñoz.
Un proyectil llegaba en el ojo derecho del niño el daño era irreversible.
Comenzaba una investigación contra Carabineros por la utilización de escopetas anti disturbios las que le habrían provocado el estallido ocular al niño, la indagatoria señala que iban a bordo de un carro blindado y este sería el único registro de cuando ocurrió todo en las industrias con Pasaje Progreso en San Joaquín.
Pasaron siete años y recién ahora se formalizó al único acusado de percutar el disparo, el comandante Jorge Araya, quien ese entonces tenía el cargo de mayor.
Sobre por qué se tardó tanto la justicia en llevar este procedimiento judicial, el abogado querellante entrega la siguiente hipótesis:
"Esta demora proviene debido a la protección que ha dado la institución policial, como también con el tiempo nos enteramos que el primer fiscal del Ministerio Público que llevó esta causa es un oficial en retiro de Carabineros que actualmente hace trases en la institución" agregó Cristian Cruz, abogado querellante.
La investigación siguió su curso por un fallo de la Corte Suprema, la audiencia de este viernes fue privada, el oficial fue formalizado por lesiones graves gravísimas.
"Cuya víctima fue un niño de nueve años que el 11 de septiembre del 2014 en la comuna de San Joaquín recibió un impacto con un balín disparado desde un arma institucional que ingresó por uno de sus ojos", afirma Sandra Reveco, abogada vocera Fiscalía Sur.
Los padres del niño esperaron por mucho tiempo este momento, fueron años difíciles con gastos millonarios por el tratamiento ocular.
La madre del niño, Javiera Calderón, indicó a 24 Horas, que "logramos lo que esperamos tantos años, que lo condenaran, que pagara en cárcel eso es lo que nos interesa a nosotros, que esté preso, que pague el sufrimiento que hemos tenido tantos años y vamos a seguir teniendo".
Asimismo, Eric Muñoz, padre del niño afectado agrega que "estoy prácticamente enrabiado igual, por todo lo que pasaba porque soy padre, no voy a dejar que quede impune, para mí él es un peligro para la institución y la ciudad".
El equipo de 24 horas intentó comunicarse con Carabineros para tener una versión respecto al caso, pero declinaron hablar o comentar la resolución.
El comandante quedó con arresto domiciliario nocturno, prohibición de acercarse a la víctima, prohibición de portar arma de fuego y arraigo nacional.
El oficial sigue en sus funciones, pero arriesga de 5 a 10 años de presidio por su eventual responsabilidad que le dejó a un niño para siempre.