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Pinochet trató de encubrir el caso Quemados

En uno de los cinco archivos confidenciales que fueron desclasificados se relata que el director de la Posta Central de la época impidió el traslado de Rodrigo Rojas De Negri a una clínica mejor equipada para tratar sus graves lesiones.

Karla Gallardo

Viernes 31 de julio de 2015

Pese a que hace más de una década fueron desclasificados, cobran especial relevancia luego que la investigación fuese reabierta.

Se trata de cinco archivos confidenciales del gobierno de Estados Unidos, publicados este viernes por el National Security Archive, que detallan cómo Augusto Pinochet ordenó frenar las investigaciones en torno al denominado caso Quemados, ocurrido el 2 de julio de 1986.

Según relató el responsable de la investigación, Peter Kornbluh, a El País, "los abundantes detalles de los documentos desclasificados podrían servir de apoyo a la acusación (...) Los documentos vinculan a Pinochet con el encubrimiento de un crimen cuya autoría militar no caben dudas"

LOS ARCHIVOS

El primero de los informes confidenciales fue enviado el 8 de julio de 1986, dos días después de la muerte de Rodrigo Rojas De Negri, desde la embajada de Chile al Departamento de Estado, en el cual ya se habla de que el joven fotógrafo fue "quemado de forma deliberada por soldados".

Este archivo relata el que sería uno de los primeros obstáculos para llegar a los responsables de quemar vivos a De Negri y Carmen Gloria Quintana.

"Médicos en la Posta Central (el hospital público de urgencias) afirman que el director de la Posta obstruyó el traslado de Rojas a una clínica mejor equipada para tratarlo", indica el documento.

Agrega que el director médico del centro asistencial, identificado como 'el doctor Guzmán', "escribió una nota en el historial médico (de Rojas) ordenando que no recibiera visitas debido a los problemas legales de su caso y de Quintana, y que tampoco debía ser trasladado".

El 14 de julio de 1986 se remitió a la Casa Blanca el segundo documento, en donde se advierte que "el Gobierno chileno, siguiendo directivas de Pinochet, está tratando de tachar públicamente como terroristas a Rojas y a Quintana, que habían sido víctimas de sus propios cócteles molotov".

El tercer cable llegó el 22 de julio de 1986, desde Santiago al Departamento de Estado en Washington, en donde se detallan las conclusiones del informe final de Carabineros, entregado el 11 de julio de ese año.

"Los miembros de una unidad militar chilena de patrulla estuvieron involucrados en la quema de los dos jóvenes", afirma, aunque sólo se identifica el nombre de uno de los responsables.

Describe, además, que fue el propio director general de Carabineros de la época, Rodolfo Stange, quien le entregó el informe a Pinochet.

"El presidente Pinochet le dijo al general Stange que no creía el informe y se negó a recibir el documento del general Stange", destaca.

En el informe del 26 de agosto de 1986, la inteligencia militar estadounidense afirma que el Gobierno chileno "ha cambiado varias veces su versión sobre su implicación en la quema y posterior muerte de Rodrigo Rojas y aparentemente ha emprendido una campaña de intimidación para presionar a los testigos".

"Algunos miembros del Gobierno probablemente seguirán intimidando a los testigos para convencerles para que cambien su testimonio, con el objetivo de liberar al régimen de responsabilidad alguna del crimen", agrega.

En el último cable, enviado el 18 de diciembre de 1986, la CIA nombra a abogados relacionados con el caso que estaban siendo presionados para no avanzar en la investigación.

"El ministro de Justicia, Hugo Rosende Subiabre, está ejerciendo presión sobre el fiscal del Estado y los jueces para atascar y finalmente desestimar el caso por falta de pruebas”, indica.

Te invitamos a revisar un video al respecto a continuación:

Pinochet trató de encubrir el caso Quemados

Pinochet trató de encubrir el caso Quemados

En uno de los cinco archivos confidenciales que fueron desclasificados se relata que el director de la Posta Central de la época impidió el traslado de Rodrigo Rojas De Negri a una clínica mejor equipada para tratar sus graves lesiones.

 

Foto: Reuters