Bajos de Mena fue testigo de la demolición del primero de 18 condominios de viviendas sociales que contempla el plan "Segunda Oportunidad" del Ministerio de Vivienda y Urbanismo.
24 propietarios recibieron cerca de 17 millones de pesos, cada uno, para comprar un nuevo hogar donde deseen.
"Me da pena, pero si es por algo mejor. No lo estaba pasando muy bien por acá", señaló Gloria Cañas, una de las beneficiadas por el plan, quien vivió en la villa Francisco Coloane durante 17 años aguantando condiciones deplorables, pero que hoy podrá enmendar.
La delincuencia y el hacinamiento eran algunos de los tantos problemas que los habitantes del conflictivo sector en Puente Alto, tenían que soportar.
Sin embargo, hay otro grupo importante de propietarios, arrendatario y tomatarios que se sienten "pisoteados".
"¿Qué solución habrá para nosotros?", cuestionó Marta Espinoza a quien aún no recibe la ayuda del plan impulsado por el Gobierno.
"Una persona que se tomó un departamento y usurpó una propiedad privada no puede pedir el mismo trato que cualquier propietario que lleva 20 años viviendo en este block. Si esa persona es vulnerable, el Ministerio de Vivienda podrá ver cómo apoyarlo para obtener un nuevo subsidio", expresó el alcalde de Puente Alto, Germán Codina.
En tanto, un grupo de beneficiarios considera que el monto entregado es insuficiente ya que no les alcanza para financiar la compra de otra vivienda. "700 UF no son factibles para encontrar un mejor lugar", expresó Adolfo Moreno, coordinador de pobladores de Chile.
Ante esto, el ministro de Vivienda, Rodrigo Pérez, informó que si existe algún vecino que no quiere irse, "puede permutar su vivienda con otro vecino que sí quiere irse".
Son 120 mil personas que viven en Bajos de Mena, malamente reconocido como el gueto más grande del país, pero que desde hoy podrán comenzar una nueva vida.