El presidente (s) de la Corte Suprema, Sergio Muñoz, se refirió esta mañana, durante una ceremonia de juramento de nuevos abogados y abogadas, al tema de la migración, en medio de la polémica generada luego que el Gobierno decidiera no formar parte del Pacto Migratorio de la ONU.
En la instancia, Muñoz deslizó que migrar sí es un derecho, e instó a los nuevos profesionales a que defendieran a todos los ciudadanos, sin distinción. Además, los llamó a estar preparados "para los desafíos que nos presenta la inmigración".
"Se pretende condicionar el reconocimiento de la dignidad humana de algunas personas a su nacionalidad de origen, como para aceptarles en una determinada comunidad política", señaló citando a Hannah Arendt.
En ese sentido, destacó que "Chile ha recibido migraciones desde sus orígenes (...) todos conocemos a hijos, nietos o bisnietos de personas que en algún momento tomaron la decisión de buscar mejores oportunidades en otro país o que, forzados por condiciones adversas como guerras, persecución o situaciones de necesidad extrema, debieron abandonar sus países y uno de los destinos fue el nuestro".
Asimismo, destacó la existencia de la inmigración y la emigración, y un tercer aspecto que calificó como "fenómeno propio de la humanidad, como es el traslado desde una ciudad a otra de distintas familias en busca de mejores oportunidades (...) incluso la movilidad social en una misma ciudad".
Muñoz recordó que "los derechos de los migrantes están incorporados en todos los instrumentos de derechos humanos". En el caso puntual de Chile, "la Constitución y sus normas complementarias, sin distinción de nacionalidad, reconoce a todos los habitantes de nuestro país, los derechos fundamentales intrínsecos a todas las personas".
Habló también del derecho internacional de los derechos humanos, destacando que "es deber de todos los Estados y personas que los integran el cumplimiento de estas obligaciones".