Este jueves, la niña de siete años que a principios de semana resultó baleada en la cabeza por su hermana mayor, tras un confuso incidente, falleció en el hospital regional de Puerto Montt.
La menor permanecía en la Unidad de Cuidados Intensivos desde la madrugada del martes, pero los esfuerzos médicos no lograron salvar su vida.
Según detalles expuestos por radio Biobío, inicialmente los peritajes no lograron establecer el origen del arma ya que tenía su número de serie borrado. Sin embargo, de manera posterior se supo que la familia la había conseguido para proteger su vivienda, ya que habían sido víctimas de robo y amenazas días antes.
De esta manera, la madre de la menor fallecida será formalizada por su presunta responsabilidad en el hecho bajo la figura de tenencia ilegal de arma de fuego.
Con todos estos antecedentes, la mujer arriesga una pena que puede ir desde los 3 años y un día hasta el presidio efectivo.
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