Magallanes tiene su propia "Quintrala" y se llama Irma Ovalle Oyarzún, quien en julio de 2012 le ofreció cerca de cinco millones de pesos a Sergio Escalona Chiguay, de 20 años, a cambio de asesinar a su marido, el ex suboficial de Ejército, Didier Mansilla Rivera.
Dada la frialdad y los alcances del crimen, Ovalle Oyarzún ha sido bautizada ya por la prensa austral con este paradigmático sobrenombre. Este lunes 22 de abril se iniciará el juicio que buscará ponerla en la cárcel junto al sicario veinteañero.
Según trascendió en la investigación, Sergio Escalona habría aceptado el "encargo", ya que con el dinero se compraría un automóvil. Dado que era la primera vez que iba a asesinar a una persona, estudió metódicamente durante un mes -a través de videos con instrucciones- cómo matar de manera efectiva.
Es así como el joven sicario resolvió realizar el "trabajo" dándole una mortal estocada en el cuello a su víctima. "Con esto damos cuenta de la sangre fría del sujeto, de su mentalidad, de lo premeditado... el hecho de haber atacado en la zona del cuello a la víctima no fue al azar", explicó el fiscal Eugenio Campos al diario La Tercera.
Según relata, se habría puesto en contacto con el ex militar a través de Facebook, creándose un perfil falso y haciéndose pasar por mujer. Es así como concertaron una cita, en donde Escalona se caracterizó como un amigo del contacto que Mansilla Rivera iba a conocer ese día. Escalona le expresó que lo acompañaría hasta la casa de la supuesta mujer, se subió al vehículo y fue ahí "donde lo atacó en el cuello con un cuchillo", según el fiscal.
Los querellantes de la causa, informa el diario El Magallanes, buscan 20 años de cárcel para ambos acusados, quienes se encuentran confesos. En tanto, la defensa apelará en razón de que el asesino está arrepentido del crimen.