El óvalo de la ex Penitenciaría volvió a ser protagonista este miércoles, pero no por peleas ni violentos enfrentamientos.
Más de 300 reos de este recinto participaron de una inusual iniciativa: bailaron coreografías de diversas canciones al mando de Julio Zúñiga. Por 20 días y cerca de tres horas diarias prepararon la colorida actividad.
El baile duró cerca de 20 minutos y se enmarca en una serie de medidas para que los habitantes de la ex Penitenciaría se relajen, mejoren su autoestima y tengan mayor motivación que permitiría bajar los niveles de violencia.
La actividad estuvo inspirada en un hecho similar ocurrido en una cárcel de Filipinas.