Son cerca de 130 páginas las que contiene el sumario administrativo de la Fuerza Aérea de Chile (FACh) realizado por el fiscal Leopoldo Moya para esclarecer el accidente del avión CASA-212 en el Archipiélago de Juan Fernández.
El diario La Tercera tuvo acceso al documento, donde se señala que el viaje estaba programado para el 19 de agosto de 2011 y con 16 pasajeros. Sin embargo, el propio "Desafío Levantemos Chile" solicitó reagendar el viaje al capitán y funcionario del Departamento Comunicacional de la FACh, José Urzúa. El pedido se realizó a través de un correo electrónico con fecha de 10 agosto.
Otro de los elementos que se dan a conocer en el sumario es las serie de comunicaciones entre la teniente Carolina Fernández y el personal de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC).
La teniente Fernández comenzó a llamar el 31 de agosto al Centro Meteorológico Arturo Merino Benítez para saber las condiciones climatológicas pronosticadas para el viernes 2 de septiembre.
El meteorólogo de turno, Patricio Velásquez, fue uno de los que recibió las llamadas de la piloto. En la primera conversación que data del 31 de agosto, el experto le indicó las condiciones meteorológicas para ese día, el jueves y una apreciación del viernes.
"Se le indicó que el viernes el área iba a estar afectada por un sistema frontal , con precipitaciones y mala visibilidad", señala el sumario.
Otro diálogo entre ambos ocurrió el jueves en la noche. Ahí Fernández preguntó cuándo se presentarían las condiciones meteorológicas que le servían para volar y -según Velásquez- se le respondió que sería entre las 16.00 y 17.00 horas. De acuerdo al testimonio del meteorólogo, Fernández al saber el pronóstico dijo que retrasaría el vuelo para la tarde.
Se desconoce el número de llamadas efectuadas por Fernández, ya que esa información es parte de la indagatoria encabezada por el ministro en visita, Juan Cristóbal Mera.
No obstante, sí se sabe de otra llamada de Fernández. La teniente tuvo una conversación el 1 de septiembre con el capitán de bandada, Carlos Larraín Vegetti. En el diálogo, el capitán le dijo que tuviera cuidado por las precipitaciones que podría enfrentar en el vuelo y ella contestó que había hablado con el previsionista, quien le dijo que estaría entre dos frentes. El capitán le dijo que se cuidara por el viento y la turbulencia.
La FACh, por su parte, indica en el sumario que los pilotos prepararon el vuelo con profesionalismo y acuciosidad, pero que desconoce si hubo una conversación "en el ámbito de lo privado", en relación a este diálogo entre Larraín y Fernández.
Otro elemento es la cantidad de pasajeros autorizados para el viaje. En una primera oportunidad, se autorizaron 11 personas entre TVN y el "Desafío Levantemos Chile". Pero se pidió tomar en cuenta a las dos funcionarias del Consejo Nacional de Cultura y las Artes (CNCA), Galía Díaz y Romina Irarrázabal, y tres personas del equipo comunicacional de la FACh.
Con eso eran 16 pasajeros y no los 15 que es lo máximo permitido, según lo evidenció en un fax del Comando de Combate. De todas formas se tramitó la orden de misión de vuelo.
Posteriormente, y tras reprogramarse el vuelo para el 2 de septiembre, los pasajeros quedaron en 15 y la tripulación en cuatro, además se agregaron los cabos Flavio Oliva y Eduardo Estrada. El funcionario Jaime Fernández indicó que estos últimos funcionarios no fueron pesados, ya que él nunca se enteró que viajaban.
En el sumario, el fiscal Leopoldo Moya concluye que el "Manual de Empleo Táctico del CASA 212 del Grupo de Aviación se considera una configuración VIP que incluye 14 pasajeros. Por otra parte, la V Brigada determinó que por materia del vuelo la dotación se fijó en 15 pasajeros", aunque, y finalmente, "la orden de misión de vuelo emanada (...) para ejecutar la misión totalizaba una solicitud de 16 pasajeros".
"La decisión institucional de viajar con 15 pasajeros responde a la idea de asegurar comodidad en la configuración VIP y no a una restricción establecida para este tipo de aeronave”. acotó la FACh.