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Rodrigo Avilés: "Esto que estoy viviendo le pudo y le puede pasar a cualquiera"

Tras ocho meses, el estudiante recuerda ese 21 de mayo cuando el chorro del carro lanza aguas lo dejó el coma.

24Horas.cl TvnSoledad Vargas

Sábado 6 de febrero de 2016

El pasado 21 de mayo la vida del estudiante de letras de la Universidad Católica, Rodrigo Avilés, cambió radicalmente.

En medio de un debate sobre la reforma educacional y a la espera de los anuncios que pudiera hacer la Presidenta Bachelet desde el Congreso, Avilés se preparaba para participar de la emblemática marcha del 21 de mayo en Valparaíso.

Ocho meses después logra hablar en profundidad sobre ese día que cambió su vida, después que el chorro del carro lanza aguas lo botara al suelo, golpeándose en la cabeza y quedando inconsciente en las calles del puerto.

En entrevista con la revista El Sábado Rodrigo comienza diciendo:"Sé que mi caso causó impacto mediático y quiero ayudar en la comprensión de esa memoria"

Y es que tras la agresión sufrida el caso del universitario, miembro del UNE, se transformó en un tema a nivel nacional, recibiendo apoyo de diferentes sectores y el cuestionamiento a Carabineros.

"No quiero que esto que viví vuelva a ocurrir. Yo no soy un martir. Esto que estoy viviendo le pudo y le puede pasar a cualquiera", comenta Avilés.

En cuanto a lo sucedido ese día, el estudiante relata: "Yo tengo conciencia de que estaba en Valparaíso y también de lo que hice anteriormente ese 21 de mayo. Era un momento importante, porque todas las sedes de la UNE de Arica a Puerto Montt y muchísimos otros colectivos estábamos ahí para marchar por la educación"

Aunque tiene conocimiento de lo sucedido momentos previos señala: "Pero del momento mismo... de la agresión de Fuerzas Especiales claramente no recuerdo nada. Es que cuando aterrizas con la cabeza en la vereda, es difícil tener memoria".

Luego agrega: "Lo último que recuerdo previo a la agresión es haber ido caminando mientras la marcha se terminaba. Carabineros había llegado. Luego me fui a negro, no supe nada más".

Tras varios días en coma y cuando no existía ninguna certeza respecto a si lograría despertar, Rodrigo recuerda "veo y soy testigo protagónico de que me bajan y un montón de cámaras, flashes y de luces estaban encima mío, apuntándome. Yo no entendía nada. Después de haber estado en coma un tiempo, la sensación fue muy fuerte. Es como cuando uno está durmiendo y abre los ojos, y lo primero que hace es taparse la cara para no encandilarse con la luz".

En un primer momento reconoce que no entendía nada. "Me vi al espejo en el ascensor y me di cuenta de que me faltaba la mitad de la cabeza. Yo miraba para todos lados. Empecé a buscar gente que me explicara lo que pasó y dónde estaba la parte del cráneo que me faltaba. Además, el brazo izquierdo no respondía con nada".

Reconoce que mucho después comenzó a reconstruir la historia, a leer los diarios y no quedó indiferente a lo mediático de su caso.

"Me doy cuenta que la brutalidad de mi caso afectó e indigno a otros, que generó empatía y que de alguna manera la ciudadanía sintió que le podría haber pasado a uno de sus hijos o amigos".

Ante los dichos de Gustavo Hasbún, criticó que un representante político tilde como delincuente a alguien que participa de una manifestación y lamentó el fallo del a Corte Suprema que revocó el desafuero del diputado.

Avilés sigue en proceso de recuperación y es por eso que transitoriamente solo se dedicará a los estudios, pretende volver a clases en marzo y egresar este año de la carrera de Letras.