Algunos llegan a pedir y otros simplemente agredecen lo bueno e incluso lo malo del año.
Con una tradición que se extiende por 160 años, nuevamente el rito se repitió durante este fin de semana largo: el Santiago de Lo Vásquez, en la Quinta Región, fue el epicentro de la fe en una nueva festividad de la Inmaculada Concepción.
El fervor popular lleva a que los peregrinos realizaron esfuerzos físicos extremos para mostrar su religiosidad, práctica que la Iglesia Católica entiende, pero no acepta.
Caminando, de rodillas, con velas encendidas en sus manos, en silla de ruedas, cabalgando o en bicicleta, casi un millón de personas se congregó para adorar a la Vírgen, en una de las cuatro festividades marianas que el calendario recuerda.
Foto: Agencia Uno.