La serie de sismos que se percibieron durante la noche del domingo y la madrugada del lunes en las regiones del Maule, Biobío y La Araucanía provocaron que algunos de los habitantes tomaran precauciones y se trasladaran hacia sectores altos.
Todo por el temor de un nuevo terremoto en la zona.
Según señaló el sismólogo de la Universidad de Chile, Sergio Barrientos, es entendible la reacción de las personas ante el enorme impacto que tuvo el evento del 27 de febrero de 2010 en el sur del país.
El experto explicó también que pese a que los sismos principales -de magnitudes de 5,5 y 5,3 en la escala de Richter- son considerables, no liberan gran energía y se trata sólo de readecuaciones de la tensión en la zona de Lebu después del gran terremoto de hace tres años.
"Es esperable que las réplicas vayan desapareciendo y sean cada vez más espaciadas, pero no se descarta la ocurrencia de este tipo de eventos (...) Si contamos el número de eventos instrumentales, los que había antes del terremoto y los que hay ahora, todavía no se alcanza el nivel preterremoto", dijo Barrientos en contacto con Buenos Días a Todos.
El sismólogo dijo también que, aunque los sismos no se pueden predecir, es muy poco probable que ocurra otro terremoto en la zona sur.
"Un movimiento 8,8 es uno tan grande, que es difícil que haya otro de esa magnitud en el corto plazo en esta región. Tenemos que esperar, quizás, cientos de años para que se acumule la energía suficiente para que haya otro terremoto igual en la zona", agregó.