Un joven de 24 años murió luego que el conductor del auto en que viajaba perdiera el control en la Ruta 78, cerca de Melipilla.
Los primeros peritajes indican que se trataba de un vehículo 'tuneado', es decir, con adaptaciones para aumentar su potencia y rendimiento, una tendencia que puede representar un serio peligro cuando no se toman las precauciones necesarias.
El estado en qué terminó el auto marca Honda deja en claro la violencia del impacto. Eran pasadas las 10 de la noche en el kilómetro 44 de la Ruta 78, cuando el vehículo perdió el control.
De sus tres ocupantes, Jaime Enrique Ramírez Masmann se llevó la peor parte: salió expulsado desde el interior y falleció en el lugar.
El tipo de llantas y la presencia de un bramador, artefacto que se instala en el tubo de escape, indican que se trataría de un auto "tuneado", es decir, con adaptaciones que buscan mejorar el rendimiento de los vehículos.
A raíz del nivel de destrucción del auto, aún no es posible determinar si contaba con artefactos que potenciaran su motor. Según los especialistas, este tipo de modificaciones pueden transformarse en un peligro, si el conductor no toma todas las precauciones necesarias.